Experimento del Perdón Reto de 30 Días – 22 y 23
Días 22 y 23 del Experimento del Perdón
Sanando el Corazón: Los Regalos del Perdón
En la mitología Egipcia existe una historia que dice que cuando una persona muere, su alma viaja a otra dimensión para llevar a cabo la revisión de su vida. En ese sitio sin tiempo y sin espacio, el dios Anubis coloca el corazón astral del recién fallecido en una báscula para pesarlo contra la pluma de la verdad. Si el corazón es más ligero que la pluma, entonces se libera al alma para la eternidad. Si el corazón pesa más que la pluma por estar lleno de resentimientos, entonces se regresa el alma a vivir otra vida para aprender y evolucionar.
Este antiguo mito nos ofrece un poderoso mensaje…que soltemos las cargas emocionales que nos afectan al espíritu, que interrumpen nuestra paz, y que nos evitan vivir en el presente. Para muchos de nosotros, una de las cargas emocionales más grandes que llevamos a cuestas es la falta de perdón – a nosotros y a los demás.
Cuando guardamos enojos, vergüenzas, o dolores del pasado, sufre todo nuestro cuerpo y alma. Nuestro cuerpo produce un exceso de hormonas como la adrenalina y el cortisol, que puede, con el pasar del tiempo, comprometer a nuestro sistema inmunológico y puede contribuir a enfermedades cardiovasculares. La hostilidad es una emoción inflamatoria y, como han descubierto los investigadores, es el factor de riesgo emocional número uno para muerte prematura por infartos cerebrales y de corazón. La hostilidad también está ligada a desórdenes autoinmunes. No es una coincidencia que alguien diga que “siente que se va a morir por habérsele roto el corazón” o que describamos la traición como “una puñalada por la espalda”. Como lo hemos sabido por más de tres décadas, el cuerpo y la mente están intrínsecamente conectados.
Afortunadamente, el cuerpo y el alma son increíblemente flexibles, y cuando soltamos la toxicidad emocional, nuestro cuerpo inmediatamente regresa a la homeostasis, la cual es un estado de auto-sanación y auto-regulación. A nivel emocional, los beneficios de perdonar y de soltar la carga del juicio son más que valiosos. Al perdonar, nos liberamos de la carga del pasado y limpiamos las preocupaciones que restringen a nuestro corazón, expandiendo nuestra habilidad de amar y ser amados.
Perdonar no es condonar
Es común que alguien se resista a perdonar a otra persona creyendo que perdonar de alguna forma condona las acciones de esa persona. En nuestra perspectiva, el perdón no se refiere a condonar una acción que nos causó dolor. No implica que toleremos a un ladrón que robó, a un socio que nos estafó, o a nuestro hijo que nos mintió. Podemos perdonar aún si nos negamos a tolerar el comportamiento de alguien más y si ya no queremos a esa persona en nuestras vidas.
Finalmente, el perdón es un regalo que nos damos a nosotros mismos. Podemos beneficiarnos al perdonar aun si la persona a la que perdonamos no sabe de nuestros sentimientos o aun si esa persona ya no está viva. Podemos encontrar inspiración en las palabras de Nelson Mandela, quien fue puesto en prisión por el gobierno de Sudáfrica durante 27 años y surgió sin resentimientos hacia los que lo capturaron. Él dijo, “Al cruzar la puerta hacia mi libertad yo sabía que si no dejaba atrás todo el enojo, odio y resentimiento, seguiría en la prisión.”
Aun conociendo el valor del perdón, mucha gente duda si algún día podrá perdonar y soltar. Tengan la seguridad de que todos tenemos la habilidad de perdonar, porque es la naturaleza de la vida soltar la toxicidad y regresar a la paz. Al mismo tiempo, el perdón no sucede en una sola acción. Especialmente en los casos de violencia profunda, el perdón es un proceso que requiere que perdonemos capa por capa. A veces tenemos que perdonar muchas veces a alguien antes de que soltemos todo el residuo emocional del pasado. Una vez que demos los pasos para restaurar la paz en nuestros corazones, sentiremos el cambio. Nos sentiremos más ligeros en la medida que expandamos nuestra capacidad de amor, compasión, y sanación.
Acción del Día:
Si fuera cierto el mito de los egipcios, ¿pesaría más tu alma que la pluma de la verdad?
A 21 días de haber estado trabajando con el perdón, ¿qué más requieres perdonar o a quién requieres continuar perdonando?
Haz una lista en tu Libro del Perdón de las acciones y personas que quieres perdonar. Quizá no sean suficientes 30 días para sanar, pero es comenzar a perdonar. Al tener esta lista, podrás regresar a las herramientas que aquí aprendas para continuar perdonando.
Pensamiento del Día:
El odio que guardas en tu corazón, tan sólo te hace daño a ti y acabará causándote enfermedades. Si sabes pedir perdón y perdonar a quien te ha hecho daño, te sentirás liberado, sano y feliz.
Afirmación del Día:
Crecer espiritualmente significa que empiezo el proceso de perdonar; me encanta el sentimiento de libertad que tengo cuando dejo atrás todas mis “cargas”.