Experimento del Perdón Reto de 30 Días – 8
Día 8 del Experimento del Perdón
El Perdón…Un Rayo de Luz para el Alma, por “Omni”.
Hoy comenzaremos a trabajar de manera más directa el perdón a uno mismo.
El acto de perdonarte a ti mismo cambia la energía y las estructuras físicas de tus células y de tu ADN. La culpa es una emoción muy poderosa, misma que nos empequeñece. La culpa en sí, por decirlo de alguna manera, cierra los sistemas de energía de tu cuerpo y por lo tanto disminuye y, en casos extremos, bloquea el flujo de la Energía y el Amor Divinos hacia todo el cuerpo. Como cada una de tus células tiene conciencia, ellas también pueden llevar la esencia y la energía de la culpabilidad dentro de ellas, lo cual hace que su energía sea más densa. Con esta energía más densa fluyendo a través de todo nuestro cuerpo y en los núcleos mismos de las células, las enfermedades con las que has trabajado en tu lucha por lograr el crecimiento espiritual y la luz, dejan un residuo. Esto sucede aunque pienses que has sido curado. Este residuo que permanece en el cuerpo debido a que no sabes perdonarte a ti mismo actúa como un anteproyecto para la creación de la misma enfermedad o de una similar. Es posible, sin embargo, que este anteproyecto de energía densa pueda migrar de una parte del cuerpo a otra.
Así es como funciona. Tú sigues una disciplina espiritual y escoges trabajar conscientemente sobre una u otra área de crecimiento, o sobre una enfermedad en particular, o sobre el perdonar a otra persona. Tú haces el trabajo con la energía y con lo que ves como el trabajo de perdonar, pero al hacerlo, te concentras más en liberar y perdonar a la otra persona, sin realmente trabajar en la verdadera cuestión, que es el perdonarte a ti mismo. Seguramente estás haciendo esto a medias, porque la parte de ti que en este momento está espiritualmente consciente condena a las otras partes por haber estado tan equivocadas y por haber desperdiciado tanto tiempo. No puedo expresar la importancia tan grande que tiene el perdonarse a uno mismo, porque este perdón y esta aceptación de uno mismo son las claves para sobrevivir a los cataclismos de un mundo turbulento. El perdonarse a uno mismo y la aceptación de uno mismo tienen una influencia positiva directa sobre el funcionamiento del sistema inmunológico.
El acto de perdonar, y hablo especialmente del perdón a uno mismo, te llevará a estar más en contacto con la luz de tu alma, donde no existe un conflicto. La estructura del Universo es de luz y amor, y para que esa luz y ese amor fluyan hacia los lugares donde la luz y el amor no llegan, ese flujo debe ser abierto para convertirse en un flujo mayor. El perdón es una de las cualidades universales de clemencia que ayuda a desbloquear y así permite que la luz y el amor fluyan. El acto de perdonarte y el proceso que atraviesas en los niveles físico, emocional y mental, te enseñarán mucho acerca del funcionamiento de la psique humana. Por lo tanto, te capacitará y fortalecerá para que puedas abrazar a otros con compasión y auténtico perdón. El verdadero perdón sólo puede venir de un corazón libre de culpas, de un alma que se han perdonado realmente y que se encuentra llena de la luz de la aceptación de sí misma.
Así que, ¿qué es el perdón? ¿Cómo podemos aprender a perdonar, y cuál es el proceso detrás del perdón? Muchos tienen miedo de iniciar el proceso del perdón porque sus motivos no son muy claros, y entonces sienten que no están realmente perdonando. Perdonar es escoger cambiar un pensamiento, una creencia y una emoción con respecto a otras personas y situaciones. Como todo en el Universo es energía, el perdón también es un proceso de transformación de energía. Tanto el perdonar como el no hacerlo es una elección. Cuando existe alguien en tu vida a quien crees no poder perdonar, entonces la energía de esa persona y de esa situación permanecen dentro de tu aura. Esto significa sencillamente que el perdón es como cualquier otro proceso de auto-‐curación.
Porque el perdón en sí mismo es un proceso de desenredar aquellas partes de los cuerpos mental y emocional que se encuentran enredadas en las energías densas que la situación con la otra persona conlleva. Además de esto, hay líneas de energía que existen entre tu y cada una de las personas con quienes has tenido un intercambio alguna vez, sin importar qué tan triviales hayan sido estos intercambios. En esencia, su aura tiene memoria genética, y esto es lo que dispara la intuición, déjà vu, y algunas campanas de advertencia.
Así que cuando sientes que es imposible perdonar a otro, permaneces energéticamente conectado a esa persona. Por lo tanto, estás permitiendo que el dolor, el abuso y el trauma permanezcan en ti. Esto es una elección. El perdón no es algo que puedes o no puedes hacer. Es simplemente un asunto de elegir cambiar tus pensamientos, creencias e ideas acerca de una situación en particular o de una persona en tu vida. El perdón es el aspecto más importante de tu crecimiento espiritual, y es el perdón de ti mismo lo que te da la llave para encontrar la luz de tu alma.
En esencia, al no perdonar a otro, al no permitir que su energía te deje, estás permitiendo que el dolor y el abuso continúen. Es tan sencillo como eso. Así que la única decisión que tienes que tomar con respecto al perdón es ésta: ¿Estoy dispuesto a dejar ir el dolor y el abuso? ¿O voy a permitir que esta persona o esta situación me persigan el resto de mi vida?
Además, el acto de perdonar también permite que la otra persona siga avanzando, ya sea que se encuentre aún en tu medio ambiente, en otra ciudad o incluso en otra dimensión. Mientras no seas capaz de perdonar y liberar a una persona de su culpa, o de la responsabilidad de tu sufrimiento, esta persona permanece energéticamente unida a ti en uno o más niveles. El perdón crea armonía en el Universo porque le das a la otra persona un pasaporte hacia una mayor libertad y felicidad. Al hacer eso, compras un pasaje de primera clase para un viaje al paraíso.
En esencia, si has sido violado, abusado física o sexualmente, o denigrado verbalmente por uno de tus padres, maestros o alguna otra autoridad, estás todavía viviendo como el abusado, el violado y el denigrado mientras no perdones y liberes a estas personas y situaciones. Esto es una elección.
Quizá creas que de alguna manera debes ver a las personas en un nivel físico para verdaderamente perdonarlos. Esto no es así. Su Ser Superior también les permite a ellos encontrarse en la situación de ser los abusadores con el propósito de permitirles su propio crecimiento espiritual. Aunque esto sea un poco difícil de creer, tu abusador tiene un Ser Superior y un Alma que los ama. Este Ser Superior está consciente de la falta de perdón por tu parte. Él ayudará al crecimiento de la personalidad como una respuesta a los cambios energéticos que hagas en el proceso del perdón. Así que, aunque no vuelvas a ver a la persona otra vez, sabrá –en un nivel más profundo-‐ que la has liberado para su crecimiento y su avance. Esto también se aplica a aquellas personas en tu vida a quienes has perdonado verdaderamente y que ya no se encuentran dentro de una realidad física. Estas almas que ya han pasado a otra dimensión pueden muy a menudo volverse más sensibles en un nivel consciente de la falta de perdón por tu parte. Uno de los más grandes regalos que puedes dar a alguien que abusó de ti mientras estuvo físicamente presente en la Tierra es el de liberarlo con alegría y con perdón. Esto le permite avanzar en su crecimiento.
Piensa que el mundo es un escenario y que TÚ escoges todos los actores y todas las escenas, incluyendo las de tu infancia, antes de llegar. Tú junto con las Almas de tus abusadores y atormentadores, escribieron la trama juntos. De ti depende el permitir que la telenovela se repita una y otra y otra vez.
EJERCICIO
Inhala profundamente llevando el aire a tu bajo abdomen y exhala otra vez como si estuvieras dejando salir todos tus problemas y preocupaciones del día. Empieza también a respirar lentamente llevando el aire a la parte superior de tu pecho, e imagínate que la parte posterior de tu cuello se está abriendo, creando un túnel a través del cual las energías pueden fluir hacia arriba a través de tu cuerpo hacia el cosmos, y desde el cosmos hacia abajo, a través de tu columna vertebral hacia tus piernas y tus pies. Esta visualización te ayudará a fluir con las energías de esencias divinas y creativas.
Luego, visualiza una luz en el centro de tu pecho, que es tu Centro del Corazón. Ve cómo esta luz se vuelve más y más brillante a medida que continúas inhalando y llevando el aire hacia la parte superior de tu pecho. Empieza a abrir tu corazón más y más, permitiendo que mayor cantidad de luz fluya hacia adentro y hacia afuera de este centro de amor divino. Imagina la luz más bella que tú puedas visualizar; puede ser blanca, dorada o cualquier combinación de colores que tú sientas que demuestra el amor que tienes dentro de tu corazón. Continúa con esta visualización hasta que sientas que has logrado centrarte dentro de ti mismo y que estás en paz contigo y con el mundo.
Ahora, imagínate que estás sentado o parado en el centro de un triángulo formado por rayos de luz dorada. Observa cuán brillantes y radiantes son estos rayos de luz dorada. Date cuenta de que estos rayos son de una vibración más alta que aquélla a la que tú estás acostumbrado, y siente la energía que te están transmitiendo mientras te encuentras sentado o parado en el centro de este triángulo.
Ahora, visualízate a ti mismo y observa los rayos de energía dorada que están saliendo de tu corazón y que se están uniendo a cada una de las puntas del triángulo. Ahora eres uno con el triángulo. Coloca en una de las puntas del triángulo la imagen de alguien a quien amas mucho, y le envías tus deseos de amor y paz, y siente cómo este amor se refleja alrededor del triángulo. Siente cómo cada partícula de luz dentro del triángulo y dentro de ti comienza a resonar con este amor. En otra punta del triángulo coloca la imagen de alguien o de algo a quien o a lo que le tengas mucho cariño. Puede ser tu mascota favorita, tu guía, la imagen de un ángel, o tu paisaje predilecto. Usa tu imaginación. Y permite que la misma resonancia de amor emane de tu corazón hacia esta esquina, y siente cómo la intensidad de todo el triángulo se eleva en vibración.
Finalmente, en la última punta del triángulo, coloca la imagen de alguien a quien aún no hayas perdonado y siente cómo la resonancia del amor fluye automáticamente hacia esta persona alrededor del triángulo y desde tu corazón. Concéntrate una vez más en las primeras dos puntas del triángulo y permite que la resonancia del amor fluya automáticamente alrededor del triángulo y se convierta así en un triángulo de amor.
Puedes hacer este ejercicio tan seguido como lo consideres necesario. El propósito de este ejercicio es el de elevar la vibración de cualquier energía que estés reteniendo en tu aura proveniente de otras personas y situaciones en tu vida y que tú todavía debes liberar. Este ejercicio es el principio para descubrir la Maestría; ya que los verdaderos Maestros transforman todas las energías en luz. Bienvenido al camino de los Maestros.
PERDONARTE A TI MISMO
Perdonarte a ti mismo es el aspecto más importante del crecimiento espiritual. No lo puedes pasar por alto mientras estés en el camino de las bendiciones, ascendiendo desde las energías más densas del temor y la culpa, que son las que han envuelto a este planeta por muchos milenios. La humanidad lleva profundamente dentro de sus células la vibración y la frecuencia de la culpa y la vergüenza, y esto actúa como un muro de dudas entre el ser de la personalidad y el ser del alma.
Esta vergüenza se originó en el punto en el cual la humanidad empezó a cuestionar su propio valor y a colocarlo dentro del Universo. Se originó en el punto en el cual la mente intuitiva se preguntó a sí misma: “¿Quién soy yo?”, tal como se ilustra en la parábola del Génesis. La vergüenza que hemos sentido a lo largo de milenios ha llegado ahora a un punto de transformación. Se está liberando de la estructura celular y el aura de la humanidad. Esta vergüenza se originó en los tiempos en que se insertó una amnesia para que pudiéramos comenzar a ejercer el libre albedrío para crear el amor como lo hacen los dioses co-‐creadores.
Te dije que hay sólo dos verdaderas emociones presentes dentro de tu mundo; el amor y el miedo. El amor es la única emoción verdadera, y se constituye en la piedra fundamental con la que se crea la Luz y toda la materia. El miedo empezó a existir cuando empezaste a experimentar una separación de la Luz y por lo tanto sentiste una separación ilusoria de la fuente del Amor. Los verdaderos miedos siempre han sido: “ESTOY SOLO, ABANDONADO” y “NO MEREZCO NADA”.
Con estos dos miedos firmemente enraizados, el hombre empezó a inventar dioses externos a la altura de los cuales tenía que estar, a quienes tenía que agradar o de quienes tenía que recibir la aprobación para poder ser considerado digno. Esto ha llevado a las guerras, a la violencia, a creer que existen las limitaciones y la escasez, la pobreza y la desesperanza en el planeta. Como resultado de estas creencias, la humanidad se ha preparado para defenderse de estos enemigos imaginarios que viven dentro de estas creencias. Esto a su vez los ha llevado a cometer actos de gran crueldad, tortura y tormento en contra de todas las formas de vida, en contra de su prójimo y en contra de la Tierra misma.
Ahora es el momento de comenzar a quitarte estas capas de energías más densas que están auto-‐generando el miedo. Tú lo puedes hacer si te colocas en un espacio donde te perdones a ti mismo. Cargas capas de vergüenza y miedo dentro de tu aura y tus células, y mucha de esta vergüenza ni siquiera se puede explicar razonablemente, ni a ti mismo, porque ha estado energéticamente metida dentro de ti sin una causa aparente.
El primer paso para perdonarte a ti mismo es estar dispuesto a liberarte de la vergüenza. Significa estar dispuesto a avanzar sin límites ni temores, y a aceptar que -‐QUIZÁ-‐ Dios (el Universo, el DGU) sí te ama y los acepta como hijo de la luz. Esto significa que estás dispuesto a aceptar tu propia divinidad y estás dispuesto a practicar la compasión contigo mismo. Una vez que has aceptado tu disposición a hacer estas cosas y que has manifestado tu intención para liberar todo el dolor, la culpa y la vergüenza de tu ser, entonces tu alma estará apoyada por las fuerzas más elevadas de luz en el Universo y podrán ayudarte a liberar todo tu dolor en la Luz. Sin embargo, es necesario que tú manifiestes tu intención de liberarte para que el Universo pueda ayudarte. Éste es un Universo de libre albedrío, y si es tu elección continuar en el miedo, entonces no hay nada que se pueda hacer para ayudarte. El Universo siempre fortalece a aquellos que expresan su intención deliberada.
Desde la perspectiva de los Reinos más Elevados de la Luz, no hay nada que puedas haber hecho en esta vida, o en otra, que impida a los anfitriones celestiales y a tu alma darte su amor y su luz, o que haga que ellos te juzguen o te condenen de alguna manera. Tú eres el único capaz de juzgarte o castigarte. El amor incondicional empieza con uno mismo, al igual que el perdón.
No podemos poner suficiente énfasis en cuán importante será en los años venideros el liberar toda culpa y vergüenza de tu cuerpo, porque los cambios que se están llevando a cabo en la Tierra activan e intensifican todas las energías que están presentes. Por lo tanto, si tú te concentras en la belleza, la paz, la abundancia y la salud, entonces estas cosas aumentarán. Del mismo modo, si te concentras en el miedo, la pobreza, el peligro y las enfermedades, entonces estas cosas aumentarán. La misma naturaleza de la materia y las energías presentes sobre este planeta están cambiando. Las energías presentes se están volviendo más fluidas y flexibles, y reaccionan más rápidamente a tus pensamientos y deseos. Por lo tanto, tus pensamientos y tus deseos son capaces de tener un efecto mayor que el que hubieran podido tener antes. Tú puedes optar por usar este poder en beneficio de todos enfocándote en lo bueno de tu vida.
Acción del Día:
• Para el proceso de perdonarte a ti mismo es recomendable la práctica de la meditación diaria, en un lugar donde puedas estar en silencio y no seas molestado por lo menos durante veinte minutos. Haz que este tiempo sea especial para ti; toca una música suave y relajante que te guste; quizá quieras encender algunas velas y prender incienso. Haz lo que tú consideres que te ayuda a estar en paz y centrado. Cuando empieces esta meditación, manifiesta tu intención de estar dispuesto a liberar todo dolor, culpa y vergüenza de tu cuerpo y de tus sistemas energéticos, y llama a las Fuerzas de Luz en el Universo para que te ayuden en este trabajo de liberación. Cierra tus ojos, tranquiliza tu respiración e imagina una luz blanca dorada brillante que entra en tu cuerpo a través de tu corona. Gradualmente lleva esta luz, con tu respiración, a cada parte y a cada célula de tu cuerpo, y visualiza cómo las energías densas y grises son liberadas y limpiadas por esta luz. Finalmente, agradécete a ti mismo y agradece a la luz por la transformación que acaba de tener lugar. • Ahora bendice a aquellos que te han lastimado reconociendo que los has liberado y te has liberado. • Escribe en tu Libro del Perdón lo que venga a tu mente en este momento.
Pensamiento del Día:
Cuando aprendes a perdonar dejas una gran mochila que has cargado toda tu vida sin darte cuenta. -Anónimo
Afirmación del Día:
El sendero del amor es el perdón.