Experimento del Perdón Reto de 30 Días – 20

Día 20 del Experimento del Perdón

El perdón es algo difícil para la mayoría de nosotros. Todos necesitamos trabajar con el perdón. Cualquiera que tenga problemas con amarse a si mismo está atorado en esta área. El perdón nos abre el corazón al amor propio.

Muchos cargamos con rencores durante años y años. Nos sentimos víctimas por lo que alguien más nos hizo. Yo le llamo a esto estar en la prisión del resentimiento victimario. Es como querer tener la razón sin nunca ser felices.

Parece que te escucho decir, “Pero es que tú no sabes lo que me hicieron a MI; es imperdonable”. No estar dispuestos a perdonar es algo terrible que nos hacemos a nosotros mismos. El odio es como tomar una cucharada de veneno a diario; se acumula y nos daña. Es imposible estar sanos y libres mientras nos mantengamos atados al pasado. El evento ya pasó. Sí, es verdad que alguien no se comportó bien conmigo. Sin embargo, ya pasó. A veces creemos que si perdonamos, parecerá que decimos que está bien lo que nos hicieron.

Una de nuestras más grandes lecciones espirituales es la de entender que todo el mundo está haciendo lo mejor que puede a cada momento. La gente sólo puede actuar de acuerdo al entendimiento, la consciencia y el conocimiento que tiene. Invariablemente, cualquiera que maltrate a alguien más, fue maltratado de niño. Entre mayor haya sido el nivel de violencia, mayor es su propio dolor interno, y puede ser que reaccione de mayor forma. Esto no significa que su comportamiento deba ser aceptable o justificable. Sin embargo, para nuestro propio crecimiento espiritual, debemos estar conscientes de su dolor.

El incidente ya pasó. Quizá hace mucho tiempo. Suéltalo. Permítete ser libre. Sal de la prisión y entra a la luz de tu vida. Si el incidente aun está sucediendo, pregúntate porqué piensas tan poco en ti para seguir soportándolo. ¿Por qué te quedas en tal situación? Eleva tu autoestima de tal manera que únicamente permitas experiencias amorosas en tu vida. No pierdas el tiempo tratando de “vengarte”. No funciona. Lo que damos siempre se nos regresa. Así es que suelta el pasado y trabaja en amarte hoy. Así tendrás un maravilloso futuro.

La persona que más te cuesta perdonar es la que te puede enseñar las lecciones más grandes. Cuando te amas lo suficiente para resurgir de la vieja situación, entonces, el perdón y la comprensión son fáciles; y serás libre.

Un fenómeno interesante que sucede cuando trabajamos el perdón es que otros responden a esa acción. No es necesario No es necesario ir con la persona involucrada a decirle que la perdonas. A veces quizá querrás hacer esto, pero no es necesario. El trabajo más importante del perdón se lleva a cabo en tu corazón. El perdón muy rara vez es para “ellos”; es para nosotros.

He escuchado hablar a gente que verdaderamente ha perdonado a alguien, y entonces uno o dos meses después, reciben una llamada telefónica o un correo electrónico de la otra persona pidiendo perdón. Esto especialmente sucede cuando haces ejercicios de perdón frente al espejo.

Acción del Día:

Quiero pedirte que trabajes con el espejo el perdón. Párate frente a un espejo, mira en tus ojos y repite con sentimiento, ¡Estoy dispuesto a perdonar! Repite esta frase varias veces. ¿Qué sientes? ¿Te sientes atorado, o te sientes abierto y deseoso de lograrlo? Sólo toma notas de tus sentimientos en tu Libro del Perdón. No los juzgues. Respira profundamente unas cuantas veces y repite el proceso. ¿Cambió algo? A hacer este ejercicio, observa qué tan profundos son tus sentimientos.

He aquí algunas afirmaciones para que surja el perdón y el amor propio en tu vida:
Me niego a limitarme, perdono y me perdono.
Siempre estoy dispuesto a dar el primer paso.
El que me hirió hizo lo mejor que pudo con lo que ha vivido desde niño.
Ahora ya crecí y puedo cuidar a mi niño interior por medio del perdón.
No hay bueno ni malo.
Me doy permiso para soltar.

Pensamiento del Día:

No perdonar implica tomarme yo el veneno esperando que el otro se muera.

Afirmación del Día:

Sustituyo la duda y el miedo por el perdón.

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